Una residencia para personas de edad avanzada es una institución en las que viven personas mayores, en la mayoría de casos determinado con un grado de dependencia, temporal o permanentemente. En estas residencias se brindan servicios de desarrollos personales y atención tanto social como sanitaria.
Los servicios ofrecidos son la manutención, estimulación de capacidades funcionales, dinamización sociocultural, una ayuda sanitaria, ayuda a la integración social y terapia ocupacional, además de esto suele ofrecerse un servicio médico, psicólogos, lavandería, convivencia, soporte familiar, transporte y la administración de medicamentos. Todo personal del centro tiene que estar cualificado y preparado para el cuidado de los residentes con cualquier tipo de demencia.
Como personal habitual en una residencia por ejemplo encontramos un director, un médico, enfermeros, psicólogos, fisioterapeutas, cocinero, recepcionista, entre otros.
Dentro de los motivos de ingreso está la necesidad de compañía, motivos de salud, por no poder valerse por uno mismo e incluso para no ser una molestia para la familia.
Lo que tiene más importancia a la hora del ingreso en una residencia es evitar la solidad de las personas mayores. Sin embargo, la salud es más importante entre las mujeres.